Cuando ya has tomado la decisión de divorciarte, debes reflexionar acerca de 4 cuestiones principales que serán el punto de partida de todas las demás.
- ¿Las circunstancias hacen que puedas llegar a la elaboración de un convenio regulador? Es dejar por escrito cómo vas a regular lo que hasta el divorcio era compartido, de forma separada. Para esto debes revisar cuál ha sido el funcionamiento de tu familia: revisar si el trato procurado por tu pareja hacia ti ha sido adecuado y hacer lo propio con el que ha sido procurado a los hijos e hijas en común.
Además, debes reconocer o identificar si tu aún pareja reúne los requisitos necesarios para responder a las necesidades de tus hijas e hijos. Es decir, si su estado de salud y sus capacidades le permiten hacerse cargo de ellas y ellos. - Una vez que dispones del punto anterior, tras haber realizado una reflexión sincera, puedes pasar a la acción.
En el caso de que la respuesta a la pregunta sea SÍ, debes pensar en el régimen de custodia. Podrás determinarla de común acuerdo, en base a cómo se han desarrollado los años previos a la separación con respecto a los cuidados de tus hijas e hijos y en base a la disponibilidad real de cada progenitor para atenderles a partir de que se haga efectivo el divorcio. - Cuando ya tienes el paso dos aclarado, debes tantear las posibilidades de vivienda y tratar de encontrar opciones que sean acordes a las características familiares: proximidad a los centros escolares o de estudio, proximidad a las actividades extraescolares, proximidad entre los domicilios de cada progenitor, valorar cómo y dónde van a residir tus hijas e hijos, considerando siempre su momento psicoevolutivo (su edad, el vínculo con su padre y su madre, …)
- Al disponer de un consenso acerca de estos aspectos, ya podrás describir el futuro próximo a tus hijas e hijos, pudiendo hacerles partícipe en las decisiones que se vayan adoptando y tengan que ver con ellas y ellos. Debes estar preparada, igual que su padre, para ofrecer aquellas explicaciones que necesiten escuchar, así como disponible para serles de apoyo durante el proceso divorcio. Es importante conocer qué temas deberán ser ajenos a las hijas e hijos, para evitar que carguen con cuestiones que no les corresponden y que asuman una responsabilidad que tampoco les atañe.