Cuando vas a divorciarte, es importante que observes y analices una serie de cuestiones para ir decidiendo con respecto a cada tema.
Cuidado y atención
Debes revisar quién ha asumido a lo largo de los años el cuidado y la atención de las hijas y los hijos en común, y si esto fue consensuado y algo equilibrado.
Hay familias en las que hay acuerdos definidos en relación al trabajo externo al hogar y al trabajo dentro de casa (obligaciones y responsabilidades con respecto, sobre todo, a las hijas e hijos en
común).
Hay otras familias en las que hay una diferencia pequeña entre lo que cada progenitor dedica a sus hijas e hijos.
Hay algunas en las que esto está realmente descompensado, y la atención y la disponibilidad recae en exclusiva sobre uno de los progenitores, el padre o la madre (habitualmente se trata de la mujer).
Hábitos no saludables
Otro de los aspectos a revisar cuando inicias un proceso de divorcio será el tema de los hábitos no saludables. Y aquí se incluyen el consumo de estupefacientes y la ingesta de alcohol, predominantemente.
Hay un consumo de alcohol y drogas que puede estar aceptado socialmente, pero este consumo puede ser frecuente o diario y suponer un riesgo a la hora de asumir el cuidado y las atenciones de las hijas y los hijos.
Este tema adquiere una especial relevancia debido a que la gran mayoría de personas que consumen estas sustancias no asumen la problemática que supone el hecho de consumirlas.
De manera que sí, si se dan consumos que tú conoces que son frecuentes, debes considerarlo a la hora de tomar decisiones que atañen a la nueva estructura familiar.
Disponibilidad
La siguiente cuestión a valorar será la disponibilidad horaria para responder a la rutina de las hijas y los hijos, y cuánto de conciliada puede estar tu vida laboral con ella.
Con este tema y habiendo considerado los dos anteriores, podrás saber quién de los dos progenitores asumirá con un porcentaje mayor el cuidado de las hijas o los hijos o, por el contrario, que resulte algo más equitativo. Cuestión que deberá ser compensada de alguna manera por la otra parte.
Vínculo y apego
Como última, y no por ello menos importante, cuestión deberás identificar y saber reconocer es quién de los dos progenitores tiene un vínculo más estrecho con las hijas y los hijos. O, mejor dicho, con quién se encuentran más serenas y serenos, cuidadas y cuidados.
En definitiva, con quién sienten una mayor protección y seguridad.
No se trata del comúnmente escuchado “¿a quién quieres más, a mamá o a papá?”, se trata de descifrar, dejando el orgullo y el ego adultos, y de determinar con quién de las dos figuras tienen un apego seguro las hijas y los hijos. Un apego que les dota de las condiciones necesarias y les confiere el ambiente ideal para un desarrollo sano.