Cuando inicias un proceso de divorcio, una de las causas que con frecuencia lo motiva puede ser el consumo considerable o abusivo de alcohol de la pareja.
Las personas que consumen alcohol con una frecuencia notoria, que no restringen ese consumo al fin de semana o a un único día de la semana, suelen ignorar que padecen un problema. Al estar socialmente aceptada la ingesta de alcohol, cuesta reconocer, a quien lo hace asiduamente, que sea
algo a tratar.
A veces intentas poner límites a esto, pero el tiempo pasa y la situación no mejora. Quien consume deja de venir a cenar a casa por quedarse tomando unos vinos o unas cervezas con sus amistades, y con ello deja de atender sus responsabilidades familiares. Muchas personas encuentran en
el alcohol una evasión de su propia realidad, otras encuentran la solución a sus dificultades para relacionarse con las personas cuando beben, otras lo llaman “el ocio” de después de una dura jornada de trabajo.
En todas estas circunstancias, hay una cuestión que no se puede obviar: se antepone el alcohol a la familia, a las obligaciones y a las responsabilidades para con las hijas y los hijos. Es este el problema principal, además de la adicción en sí.
De manera que cuando tu pareja tiene consumos como los que he mencionado más arriba, conviene hablar firmemente con ella para transmitirle que en la medida en la que no se deshabitúe y esto no sea certificado por un profesional especialista en la materia, no podrá asumir el cuidado de las hijas y los hijos.
Cuando esto no resulte eficaz de forma consensuada, bien porque la pareja no reconozca su problema de ingesta abusiva de alcohol, bien porque a pesar de reconocerlo quiere regular la situación o avanzar en el proceso como si nada pasara, deberás recurrir a alguien ajeno que arbitre esta situación. La ley, en principio, ampara estos supuestos en protección de las niñas y los niños. Así que, si los intentos porque se lo tome con la seriedad que precisa el tema resultan fallidos, si la pareja no está dispuesta a hacer nada por mejorar esta cuestión, deberás recurrir a instancias judiciales.
Porque, ¿quién está dispuesta o dispuesto a dejar a sus hijas e hijos al cuidado de una persona que tiene una ingesta abusiva de alcohol?